Capacidad no es igual que inteligencia

Frecuentemente mis clientes, familiares y amigos se repiten la misma pregunta: ¿por qué si son tan inteligentes no logran tal o cual cosa?

Estoy seguro de que en muchos comentarios dentro de las redes sociales podemos encontrar personas que ya descubrieron el hilo negro de las cosas. Afortunadamente yo jamás lo sabré todo y hablaré únicamente desde mi experiencia personal, preparación, observación, análisis, investigación e información que durante casi 23 años como profesional de la comunicación estratégica he acumulado y, lejano al trabajo de carácter confidencial que hacemos en Percepción Pública, me he permitido escribir un poco para todos aquellos que se hacen la misma pregunta y se han atorado ante la falta de respuesta. El problema más común que he encontrado en los seres humanos es que no sabemos aplicar y dar valor a toda nuestra capacidad; de hecho, con frecuencia ni siquiera tenemos definidos objetivos o somos conformistas.

Advierto que ni los determinismos ni los absolutismos existen o son válidos para mí, mucho menos en mis hallazgos, porque TODO ES DINÁMICO Y PERFECTIBLE en esta vida; así que, sin más preámbulos, espero se encuentren listos para esta conversación y recuerden algo que les será muy útil por toda su vida: ANTES DE ABRIR LA BOCA, EVITA CERRAR LA MENTE.

Todos los seres humanos nacimos con grandes capacidades, sólo que ni siquiera la mitad de ellas las exploramos y rara vez las aprovechamos en más de un 70%.

Esto se traduce en una alta posibilidad de que no estemos haciendo lo que mejor sabemos hacer, o de que no desarrollemos capacidades complementarias que desconocemos por no haberles visto en nuestro entorno, y que por ello jamás nos hicimos conscientes de su importancia. A veces basta solamente un buen consejo para detonar todo nuestro potencial; desafortunadamente estamos invadidos de información inconexa, incompleta, estereotipos, prejuicios, resentimiento social, miedos, inseguridades, manipulación, egoísmo, etc.

La buena noticia es que dentro de nuestras capacidades se encuentra (aunque sea en distintos grados) la capacidad de discernir entre lo que nos conviene y lo que no. En este punto es importante señalar que nuestra “mente emocional” es muy traviesa y no le gusta pensar demasiado, por lo que suele intercambiar mucho de lo bueno que tenemos por respuestas impulsivas, vacías y arrogantes (¿te suena?). De hecho, a las generaciones más jóvenes se les ha venido “inflando con ego” a través de la gran cantidad de información a la que tenemos acceso, toda vez que su capacidad de discernimiento no se encuentra tan desarrollada y eso los vuelve más vulnerables a la manipulación consumista o propagandista, sin que siquiera puedan darse cuenta. “Actuar desde el ego” es la forma más recurrente de operación de la “mente emocional”, actitudes idealistas y respuestas viscerales son un sitio común. No hay nada de malo en ello, pero la vida requiere equilibrio para la trascendencia humana, para alcanzar la felicidad. La trascendencia material es incluso bastante más fácil de alcanzar.

“La mente racional” tarda mucho más que la “mente emocional” en dar sentido a las cosas, incluso yo menciono en mis conferencias que la “mente emocional” se rige por la ley del mínimo esfuerzo o de la zona de confort, la “mente emocional” busca respuestas fáciles que evaden el ejercicio de pensar y ponen en riesgo a las personas (como cuando se culpa al corazón por una relación tóxica, por ejemplo).

Y entonces por fin llegamos a lo que nos trajo hasta aquí:

CAPACIDAD NO ES LO MISMO QUE INTELIGENCIA.

Respetando el trabajo y enfoques de diversos autores multidisciplinarios, me permito compartir el concepto personal que rige la comprensión de la palabra “inteligencia” en Percepción Pública:

INTELIGENCIA ES LA CAPACIDAD DE UNA PERSONA PARA TOMAR DECISIONES ASERTIVAS.

Para quien no conozca el significado del concepto “asertividad” o de cualquier otra cosa, le resultará muy útil desarrollar el hábito y la capacidad de búsqueda (sin duda sería una decisión muy asertiva que le volverá más inteligente).

Ahora bien, para lograr nuestros objetivos necesitaremos alcanzar un balance adecuado entre el razonamiento y las emociones, de modo tal que, si nos basamos únicamente en la razón, probablemente no estaremos disfrutando de las cosas. Por el otro lado, si nos basamos principalmente en las emociones, con frecuencia terminaremos hundidos por nuestros caprichos.

Ahora viene lo más difícil para la mayoría: la disciplina. Ser “el mejor” en algo requiere trabajo y constancia (o “la mejor” en algo, no me detendré en este post a la polémica de género, las mujeres son tremendamente capaces e inteligentes como para detenerse en esa discusión separatista, ya hablaremos de todo su potencial muy pronto).

Parte de la filosofía que compartimos en Percepción Pública para alguien que quiere llegar a ser o tener algo valioso y desafiante es:

* Naciste con todas las capacidades necesarias para elegir lo que quieres en la vida
* Te toca asumir la responsabilidad de tus resultados
* Trabaja en tu preparación con disciplina y constancia
* Cada fracaso es una oportunidad de aprendizaje y éxito
* Rodéate de personas positivas que te inspiren y de las que puedas aprender lo necesario para llegar a tu objetivo
* Esfuérzate al doble de las personas que admires
* Siempre recuerda que TÚ PUEDES. Encuentra racionalmente cómo hacerlo y no escuches voces negativas

Créeme que no importa si alguien tiene una capacidad infinitamente superior a la tuya para algo en específico, la mayoría de las capacidades con esfuerzo y disciplina se desarrollan hasta lograr brechas prácticamente invisibles; pero al final, una persona con equilibrio de capacidades técnicas y de comunicación tiene las mayores probabilidades de éxito.

Por el contrario, si tú sabes objetivamente que eres quien tiene la mayor capacidad en lo que haces y te causa irritación que otros con menor o nula capacidad sean más reconocidos, es muy probable que te hayas atorado en tus capacidades técnicas y olvidaste o minimizaste la necesidad de desarrollar tus capacidades de comunicación. Por eso te repito una vez más: CAPACIDAD NO ES LO MISMO QUE INTELIGENCIA (te invito a leer una y otra vez nuestra definición de inteligencia).

Por favor compártenos en los comentarios qué es lo que a ti te está atorando para crecer y alcanzar el éxito en todo aquello que te has propuesto. También puedes sugerirnos otros temas de los que te interesaría aprender, en la medida de las posibilidades el equipo de especialistas de Percepción Pública estaremos hablando de ellos como un granito de arena y responsabilidad social durante esta pandemia.

Te envío un abrazo lleno de amor y éxito.

Alberto Tello de Meneses
CEO Percepción Pública

Alberto Tello de Meneses asesora a diversas personalidades latinoamericanas, desde presidentes de algunos países, hasta ganadores de premios Oscar y Grammy; figuras públicas en general; empresarios y seres humanos entusiastas que pronto serán muy reconocidos.

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